Carta al Presidente Evo Morales


CARTA AL PRESIDENTE EVO MORALES                                                    

Salta, 17 de diciembre de 2012

Sr. Presidente de la República de Bolivia 
D. Evo Morales Ayma.  
Palacio Quemado 
Ciudad de La Paz - Bolivia

Estimado Presidente.
Quiero, en primer término, manifestar mi complacencia ante la actitud asumida por las autoridades de la Universidad Nacional de Córdoba al otorgarle a usted el título de “Doctor Honoris Causa”, distinción muy merecida por su trayectoria como estadista de inclaudicable lucha por la justicia en nuestra castigada América Latina; y mi agrado es mayor aún porque es esta Universidad la que nos otorgó los títulos profesionales a mi padre y a mí.
Soy nieto de José Felipe Linares Castro, nacido en Potosí el 1º de mayo de 1867 además, soy chozno de José Bruno Linares Bustillo. Este mi cuarto abuelo –que fue padre del Presidente de Bolivia José María Linares Lizarazu (1857-1861)-, nació el 6 de setiembre de 1759 en Llanes, Asturias, España y, casado con María Josefa Lizarazu Beaumont, llegó a Bolivia designado “Administrador electo de la Aduana de la Villa Imperial de Potosí” (desde el 21 de setiembre de 1788 hasta el 15 de mayo de 1811). Por lo tanto, estimo que fue uno de los últimos responsables del holocausto llevado a cabo por el reino de España en nuestra América Latina durante la colonización, época en la que hubo millones de nativos muertos en la explotación de, entre otras minas, la del Cerro Rico de Potosí con el consiguiente robo y envío a Europa de las riquezas extraídas durante siglos (en este caso plata).
El motivo de esta misiva es solicitarle que presente usted -ante los máximos organismos internacionales- un reclamo para que se considere patrimonio imprescriptible y propio del país de origen a las riquezas naturales provenientes de territorios americanos. Por lo tanto, este patrimonio inalienable, solo podrá ser poseído y administrado por las respectivas naciones. Asimismo se debería incluir en tal PRINCIPIO UNIVERSAL, las riquezas obtenidas indebidamente desde la época colonial (por ejemplo: cargamentos de barcos hundidos y que permanecen en el fondo de los mares o depositados en museos y casas de remates, etc.) debiendo, en consecuencia, ser restituidos a sus legítimos dueños.
Hago llegar a usted este petitorio en mi triple carácter de ciudadano latinoamericano, nieto de boliviano y descendiente directo de uno de los responsables de tamaña injusticia.
 
Saludo a usted con mi máxima consideración y respeto.
 
Dr. Alfredo Linares Carranza.

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