Lula y el Cardenal
A partir de diciembre de 1979
inicio un post grado en Brasil. Resido en el 4º “andar” del “Hospital
Central Santa Casa de la Misericordia de San Pablo”
Me toca en suerte compartir el
dormitorio con dos colegas, uno venido de Costa Rica y el otro de Guatemala; a
partir de entonces amigos entrañables.
Las tareas hospitalarias son con
exigencias y sin respiro. Las treguas existen solo los domingos y ciertos
feriados.
La historia que me ocupa ocurre un
día, en los primeros meses de 1980 (sin precisar la fecha por que no la
recuerdo). Por entonces, lo principal, son sucesos del aprendizaje. No obstante
lo que voy a narrar queda entre los recuerdos más vívidos
por su significado trascendental, el que no escapa a lo que acontece, por
aquellos años, en otros países latinoamericanos: dictaduras militares crueles.
"Alfredo vamos a ver una
manifestación en contra del gobierno". -Es
la invitación de un colega brasileño.
Brasil transita por el autoritarismo
castrense más prolongado: el golpe de estado que derrocó al presidente
democrático Joao Goulart en 1964 y que se prolonga por 21 años. En 1980
gobierna Brasil el general Joâo Figueiredo, ex Jefe del Servicio Secreto de ese
país.
El contexto que se respira en la
ciudad más poblada, resulta al menos “pesado”. No se advierte lo que sucede fuera
de los muros hospitalarios; a no ser un pequeño diario rosado que depositan en
la salita previa a los quirófanos con noticias policiales y de crímenes: alguno
de los desafortunados protagonistas, referidos en los informes periodísticos
del día anterior, esperan en la mesa de operaciones para ser “reparados”. Otra crónica
que me llama la atención es la que narra como un adulto mayor completamente desnudo en la noche, en una zona despoblada, hace gestos
a los automóviles que pasan pidiendo auxilio; cuestión que no ocurre hasta que
uno de ellos fue a la delegación policial más cercana y relata el espectáculo
visto. Finalmente parte un patrullero al lugar del hallazgo, la del despojado y es auxiliado. En sede policial se revela que el desafortunado
resultó ser un Cardenal de la Iglesia Católica, que fue asaltado:
desvestido en su totalidad y despojado de su vehículo[Aque conducía en solitario…
Quien dirige el “Servicio de Columna” del Hospital (1) y su adjunto, no refieren juicio alguno acerca del régimen gobernante: cardinal es lo que atañe a la enseñanza y práctica de esa rama de la medicina.
La invitación de mi compañero
brasileño, para presenciar la manifestación resulta llamativa, desacoplada del
ámbito que vivimos.
-Sí. Vamos. -Fue mi respuesta
segura para presenciar nada menos que una inédita marcha, la segunda y más
notable en más de dos décadas, contraria al régimen dictatorial que
gobierna.
-Avisemos que vamos a faltar por
algunas horas. -Pontifica el
compañero.
-¿Por qué causa se manifiestan?
-Desde el año pasado hay huelgas
a partir de "San Bernardo do Campo", que es parte del gran
San Pablo, una zona industrial: allí existen sinnúmero de fábricas y un líder
al frente de todos los trabajadores.
-¿Son de izquierda?
-No sé. Ellos piden mejoras
salariales y más libertades.
-¿Y el gobierno que hace?
-Ellos prometen mejores pagas y
participación, pero nada sucede.
Partimos caminando resueltos hasta el
lugar que nos permita ver pasar la manifestación.
¡Nunca conjeturé lo que iba a
presenciar!
Las veredas están colmadas de
gentes diversas. Se advierte gran expectación, el silencio invade... Policías
con cascos y escudos vigilan e impiden el cruce a la otra vía. Una paradójica
sordina le imprime ceremonia al plantón. Luego de una prolongada expectación,
invade el espacio un rumor creciente; de pronto las miradas se dirigen, todas,
hacia un punto. Lejos se advierte un “frente” de mujeres y hombres ceñidos férreamente
por las cinturas, colman la calle (de
vereda a vereda). Luego de esa primera línea, un hormiguero humano vociferante con carteles de colores, cánticos, leyendas, vítores y reclamos a
viva voz: una “marcha valiente”. Mi colega mira azorado lo que se aproxima
y comenta: “Eu nunca vi isso na minha vida” (Yo
nunca vi esto en mi vida). Es una manifestación multitudinaria con aleluyas
a su líder y lemas contra el gobierno militar: reclaman justicia y libertad.
"Son los metalúrgicos que están en huelga". -Se anima mi
compañero-. Los espectadores estacionados en las veredas vociferan y aplauden
el desusado espectáculo luego de tiempos de violencias y silencios.
Y lo inaudito:
-¿Sabes vos quien va en medio de
la columna?
-No. No conozco a nadie
-Es el que moviliza a los
trabajadores, el nombre de él es Lula (2)
-¡En el Hospital no escuche nada de
él!
-No, de eso no se habla.
-¡Que raro!
-No creas. mira quien está al
lado de Lula.
-¿Cuál de ellos?
-Aquel que va de vaquero y
remera del brazo de Lula.
-No. Ni idea. No sé quién es.
-Monseñor Paulo Arns. (3)
-¿Qué…?`
-¡El Cardenal!
-¡¡Cómo!!
-Sí. Es el Cardenal Arzobispo
de la mayor Diócesis del mundo: San Pablo.
-¿Y que hace en la huelga?
-Acompaña a los trabajadores. Él es
amigo de Lula.
Al día siguiente me entero por un
diario que la manifestación convocó a 300.000 personas y concluyó en una
Iglesia -estimo que fue en La Catedral- con una misa oficiada por el mismísimo
Arzobispo Cardenal Arns. A un costado del altar, parado respetuosamente: Luis
Ignacio Lula da Silva.
Han pasado muchos años de aquel evento crucial en San Pablo y busco información, todavía, por todos los medios de lo acontecido aquel día, el que queda en mi alma gravado para siempre: la incomparable marcha de trabajadores metalúrgicos -en tiempos de la eterna y cruel dictadura de Brasil- con Arns y Lula a la cabeza: ¡¡Una dupla admirable!!
(1) -Prof. Dr. Waldemar de Carvalho Pinto. (Hermano del que fuera gobernador de San Pablo. 1966-1974).
(2) -Luis Ignacio Lula da Silva. Nació en Caetès, Pernambuco, el 27 de octubre de 1947. A los 14 años de edad trabaja en una planta de tornillos. En 1964 pierde parte de un dedo meñique trabajando en una fábrica de autos; en ese año ocurre el golpe militar. En 1968 inicia su carrera sindical en el gremio de metalúrgicos. El 1º de abril de 1980: huelga de los 41 días. Fue electo Presidente de la República Federativa de Brasil, desde el 1º de enero de 2003 al 31 de diciembre de 2010. Preso político… Candidato a Presidente en 2022.
(3) -Paulo Evaristo Arns. (1921 – 2016). Sacerdote Franciscano. Cardenal Arzobispo de la Diócesis de San Pablo, Brasil, desde el 22 de octubre de 1970 hasta el 15 de abril de 1998: 28 años. (La mayor Sede Eclesiástica Católica del mundo). Reconocido como uno de los más lúcidos y queridos Obispos de la historia brasileña.
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