Nocturno en Frutillar.
¿No
logramos en esa noches deslumbrada
-con
el blanco de las sabanas enrolladas
en
los cuerpos despojados y anhelantes-,
una
nota, una gota, una lágrima, y tu mirada?
El
espacio en el amor no tiene límites;
ni
la rosa, ni el perfume, ni tu encuentro.
Es
tu piel que se asoma temblorosa,
son
las piernas enlazadas en la espera.
(En
el lago y el volcán de su retrato).
¡¡Y
por fin como el triunfo en la batalla;
con
tu cuerpo y con el otro en uno solo!!
¿Fue un sello de tesoros escondidos?
O
las brisas, y las noches, y las lunas.
…
¿Es
que asoman los recuerdos y una flor?
¡No! ¡Es Osorno devorado por su espejo!