Inflación de Argentina

 

LA INFLACIÒN NO LA RESUELVEN LOS ECONOMISTAS.

ES LA FUGA DE CAPITALES LA QUE SANGRAN ARGENTINA.-




 ¡De como alimentamos al primer mundo, dueño de nuestras riquezas, sangrando a la Argentina!

 

La histórica corrupción de nuestro país, cuyos albores podemos remontar a los inaugurales gobiernos con el empréstito tomado a la Casa Baring Brothers de Londres en 1824 por Bernardino Rivadavia; cancelado 120 años después: 1947. Y desde el primer dato oficial de precios  al consumidor, en enero de 1943, el IPC (Índice de Precios al Consumidor) a la fecha, se debe examinar según la siguiente enumeración:

1)   -Para desentrañar semejante intríngulis -el de la corrupción -- inflación- debemos primero aceptar que actualmente todos participamos activa o pasivamente de semejantes lacras, las que tiene paralizado a uno de los más ricos países del planeta tierra. ¡Sangría!

 

2)   -Los que vivimos en provincias fronterizas con otros países conocemos el llamado “contrabando hormiga”: ir y venir durante todo el día y gran parte de la noche de cientos de “pasantes” cargando enormes bolsas o carritos, a la vista del Ejército, Gendarmería y la Aduana, de variados productos que colman depósitos del lado argentino y a la inversa. Debe saberse que hay otras vías del contrabando por sinnúmeros de pasos clandestinos donde discurren productos de mayor valor o porte, incluidas armas de gruesos calibres, automotores y drogas, además participan, alegremente, infinidad de embarcaciones en los ríos navegables, por vía aérea utilizando centenares de pistas clandestinas en ambos países . Estas “transacciones” son reubicadas vía camiones por atajos hasta galpones dispuestos en pequeños pueblos; finalmente  conducidos, entre otros lugares, a las famosas “ferias” que encontramos extendidas en la totalidad del territorio argentino y a la vista de TODOS: ¡SAngría!

 

 

3) -El cardinal origen: Monopolios… Oligopolios… Intermediación… Importadores… Exportadores…  Especuladores financieros… Bancos… Con la “Apertura Comercial" (libre comercio) de hecho y la consecuente generación continua de aumentos  sin parámetro alguno so pretexto de cualquier evento sin razón alguna; generando súper ganancias que luego digan (Por dar un ejemplo: la semilla “chía” se vende -en una cadena de supermercados extranjera- con una diferencia del 1.200 % con respecto al valor de exportación ¡¡!!): ¡SANgría!


Hay un porcentaje de la población, la mayoría asentados en la ciudad de Buenos Aires,   cuyos ingresos son mucho más que suficiente y en continuo aumento   como para comprar toda la “chía” que quieran; no les importa -ni se enteran- que el tomate duplica el precio de un día para el otro o que los automóviles triplican su valor en menos de dos años. ¿Quiénes son? Motivo para otro análisis).

 

4) –Seguimos con otros de los grandes responsables de la inflación vía corrupción: Exportadores agropecuarios. Recientemente se descubrió la mecánica de la fuga de granos por vía de infinidad de puertos privados en ríos navegables de  cantidades astronómicas de granos que no pasan por aduanas y cuyos fondos, naturalmente, terminan en paraísos fiscales: ¡SANGría!

 

 

5) -Subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, otro de los perversos mecanismos utilizados: ¡SANGRía!

 

6) –Lo más grave: la descomunal fuga de capitales: vía bancos, “visitadores bancarios”, bolsa de valores y otras organizaciones especializadas del mercado especulativo del dinero. (timba, bicicleta financiera, etc.) ¡¡Sangría!!

 

 

7) -Como resultado de este morbo: el robo, T.J.N. (Tax Justice Netxwork) posicionó en 2012 a la Argentina en el puesto número 8 en un ranking sobre los 20 países con mayor stock de fondos ilícitos depositados en paraísos fiscales en el período 1970-2010. Con US$ 399 mil millos". Hoy ocupa  el tercer lugar desde 2010 a 2021 y la cifra asciende, ahora, a más de 500 mil millones de dólares (500.000.000.000). Hoy en el primer puesto de fugadores reina Estados Unidos de América -PERO- ellos tienen en su propio territorio continental, en el estado de DELAWARE (costa del pacifico) un paraíso fiscal y otros muchos en el mundo son de igual propiedad: del 1% de la población terrenal (los dineros USA quedan en casa).   

                COLOSAL  SANGRÌA!!

 

8) -Para entender por qué todo funciona con una matriz común: la CORRUPCIÓN GENERALIZADA., se la debe juzga como CULTURAL desde el punto de la antropología y la sociología. A saber:

   “La palabra “Cultura” en el sentido usado por los antropólogos quiere decir, tanto el comportamiento y las creencias que la gente aprende y comparte con otros. Incluye tópicos como la religión, organización social y política, economía, artes, narraciones lenguaje.”

“¿Qué se entiende por cultura?”

   “Cultura se refiere al conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y colectivas. Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y conocimiento.”

 

 

   Por ejemplo y para descifrar la idea: Si en un pueblo o grupo étnico (africano por ejemplo) todos sus integrantes, mujeres y varones, usan simplemente un taparrabo, nadie se incomoda por la forma de vestir y se ven cabalmente, es una forma cultural de ataviar, se da en la totalidad de esa colectividad propia. En América Latina todos hablamos el español…

   Si superponemos el concepto a la realidad que nos ocupa en Argentina, podemos afirmar que la  corrupción y consecuente inflación se ha transformando en una forma cultural (generalizada) y naturalmente no se resuelve con ecuaciones o fórmulas esgrimidas por economistas o discursos políticos.

   ¿Cómo se estudia la cultura?

   “Los estudios culturales examinan sus materias en términos de prácticas culturales y sus relaciones con el poder. Tienen el objetivo de comprender la cultura en toda su complejidad y analizan el contexto político y social, que es el lugar donde se manifiesta la cultura.”

    La Propuesta

   ¿Tiene algún economista la llave para terminar con el más grande flagelo: la corrupción y sus consecuencias, entre ellas la permanente inflación? ¡NO! Para eso hace falta el concurso de un equipo interdisciplinario conformado, principalmente, por quienes entienden de los comportamientos humanos: antropólogos, sociólogos, psicólogos, educadores, gobernantes estadistas honestos (también economistas). Todos ellos reunidos para discutir la muy difícil tarea de terminar con la corrupción, la desmesurada fuga de capitales y su descarnada consecuencia: la inflación eterna, generadoras de nuestros males. Deberán, además, resolver: ¿Cómo retornar al país los 500.000.000.000  de dólares (quinientos mil millones) fugados y depositados en sociedades fantasmas de los paraísos fiscales; sangrando, impiadosamente, a uno de los países más ricos y también más pobre del mundo? ¿Cómo evitar que se repita este grave sinsentido?




   Para dimensionar la magnitud del robo al país con esos más de 500.000.000.000 (quinientos mil millones) de dólares, se podrían construir:  fábricas, en etapas inicial: -PYMES-  a cinco millones de dólares cada una, habrían 100.000 industrias  dando trabajo directo, con promedio de 6 dependientes cada una, a un total de 600.000 trabajadores. (1)




   El argumento, entre otros, es que la inflación se debe a la impresión de moneda nacional, Y pregunto: Si los ingresos genuinos de divisas son fugados en, al menos, un 70 %. ¿Cómo puede funcionar nuestro País sin inflación?

    !ARGENTINA EXANGÜE! 

Nota: 

   Quienes desaparecen esa enorme cantidad de riqueza (los más corruptos) no son argentinos, simplemente algunos nacieron en nuestra tierra. Su país, sus corazones, su apego pertenecen al mundo de la especulación financiera mundial; los hay extranjeros y locales  (multinacionales, bancos, consultoras, etc.). Sus querencias están en los paraísos fiscales. Ellos piensan que “el derrame” les pertenece, que la riqueza es un bien propio y hasta con un sesgo DIVINO y nada tiene que ver el lugar donde la logran: sus gentes y circunstancias que la hacen posible, pampa húmeda, yungas (ecosistema de montes y selvas de montaña), cordillera con sus riquezas minera, humedales, ríos, caminos, clima, energía, comunicación, educación primaria, secundaria, universidades y hospitales gratuitos, trabajadores, profesionales… Además evaden la necesidad de un genuino desarrollo - ineludible- con reinversión en educación  investigación, valor agregado, tecnología, innovación. De Jujuy y Salta las empresas  extranjeras pagan un 3% como "regalías" por el litio que extraen  (debiera decirse se lo regalamos) Etc. etc. etc. etc.

 

   ¡La República Argentina les resulta un lugar para la  acometida!


1) -"La diputada nacional Juliana Di Tullio pidió a la Procuraduría Adjunta de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) que investigue el caso de 400 grandes empresas de la Argentina que habrían fugado divisas por 5 mil millones de dólares. Argumentó que “la Argentina es el octavo país en el mundo que aporta capitales a paraísos fiscales”. Resultado: silencio absoluto.

   “La ONG Red de Justicia Fiscal (TJN, por sus siglas en inglés) publicó en 2012 un listado de los 20 países con mayor stock de fondos ilícitos depositados en paraísos fiscales en el periodo 1970-2010. La Argentina se ubicó en el octavo lugar, como afirmó Di Tullio, con US$ 399 mil millones"

   “Las élites latinoamericanas son alentadas por los bancos, principalmente estadounidenses, para enviar sus ganancias al exterior, en especial en los años 70, durante las dictaduras” mencionó en un artículo de la BBC el director de TJN, John Christensen, al explicar por qué cuatro países latinoamericanos se encuentran en el listado de las naciones que más dinero poseen en paraísos fiscales.

¡Y la historia continua!

 

 

 

   Además, el experto en regulación financiera agregó: “Instituciones como Bank of América, Goldman Sachs, JP Morgan y Citibank vienen ofreciendo este --*servicio*. FUGA DE CAPITALES. Como el gobierno de los Estados Unidos no comparte información tributaria, es muy difícil para estos países llegar a estas cuentas y cobrar impuestos a estos recursos o el retorno a nuestro país.

Nota: ¡Nadie habla -de los que deben hablar- de FUGA ESCANDALOSA  DE CAPITALES y consecuente inflación por que, sospecho, los que disponen de capitales, todos la practican!  

   Dr. Alfredo Linares.

   Publicado el 26/06/2022 en el Blog:   latinoamérica--alfredo.blogspot.com

Manual del Conspirador

 


 

 


Manual del Conspirador

El episodio que nos ocupa -a principios de los 60- es el encuentro iconoclasta de dos líderes en el arte de ascender: Héctor Tizón (1929-2012) y Alejandro Agustín Lanusse Gelly (1918-1996)

En dos países de Latinoamérica (Argentina y México) con culturas ancestrales semejantes: pueblos originarios, colonizadores, colonizados, mestizajes, idioma, religión, emancipación,  inmigraciones, etcétera, se nos revelan dos personajes: uno  abogado de profesión y escritor de  vocación (galardonado por el mismísimo Fidel Castro en "la Casa de las Américas"); el  otro coronel de caballería; nombrados agregados cultural y militar respectivamente en la  embajada Azteca entre 1958 y 1962.

El letrado logra su jerarquía diplomática con la colaboración de la familia política: fue el primer ascenso en su ajetreada vida, siendo Presidente Arturo Frondizi. Nació, "inicialmente" (1929) en un ignoto paraje ferroviario de otra Provincia, lugar de origen que fue trocado por un bello pueblito,  portal de las luchas emancipadoras: Yala. Letrado que demuestra, desde los primeros pasos, una  extraordinaria destreza en el arte de remontar.

El coronel de marras pasa, desapercibido, para la historia que voy a narrar como el máximo conspirador de la tumultuosa política. A partir del frustrado intento de asonada contribuyó eficazmente a coronar y destronar, vía golpes militares, a ocho presidentes. En el primer frustrado episodio el de 1951 con el grado de teniente  (porrazo de estado patrocinado por Benjamín Menéndez), es juzgado y condenado a cadena perpetua; no obstante, desde esa condición, permanece conspirando. Recupera la libertad -y algunos grados más- en la segunda algarada de 1955, la de septiembre. Partícipe principal de los sucesivos golpazos  marciales. 

Hay que saber que en las revueltas marciales es condición necesaria, para quien pretende la presidencia de la Nación,  ostentar el máximo grado militar: el de general  -necesario para "sujetar" a los de menor jerarquía-. En ese "trabajo" anda -después de participar en los golpes a Perón, Lonardi, Aramburu, Frondizi, Guido, Ilia, Onganía,  Levingston- (Onganía, general de caballería apodado en la jerga castrense "capicúa", sin haber aprobado la Escuela Superior de Guerra, quien pasado unos años en la presidencia  pretendió eternizar en el poder, al estilo de las monarquías europeas: en esa idea hizo aprontar una carroza  (utilizada en 1910 por la Infanta Isabel de Borbón para asistir a la Exposición de la Sociedad Rural de Palermo), equipada con cochero de galera, dos pajes de librea y cuatro caballos ataviados. En tales circunstancia, nuestro por entonces coronel Lanusse, hizo tronar las ganas de Onganía y repatrió para el reemplazo, a un general ignoto, agregado militar en la Embajada Argentina de EE.UU. y coronarlo Presidente. Ahora el novel primer mandatario de facto, sabedor de los andares y aspiraciones de su "padrino" Alejandro Agustín, lo traslada, temporalmente, a la embajada de México, donde ya ejercía el cargo de Agregado Cultural nuestro abogado y escritor. Es quien me narra la increíble historia que sigue: 

El relato tiene que ver con la curiosa metodología usada por nuestro entonces coronel, para escalar posiciones (chisme que supongo conocer yo solamente). Es el hombre de letras quien me narra, con reserva, esta historia:

Todo ocurre en la Embajada Argentina de México, cuando el agregado militar se ausenta a Buenos Aires por algunos días:  se trata del coronel Lanusse a un paso del ansiado y necesario ascenso a  General de Brigada.


¿Jácara? (Fábula)

En horas del amanecer de un domingo solitario, nuestro novelista, con el  pretexto de ordenar papeles en su despacho, deja su vivienda en Cuauhtemoc y contrata un remis para  llegar a la Embajada Argentina. Navega por su mente el deseo de encontrar algo que ronda en su florida imaginación para enriquecer sus novelas fabulosas: Arriba a destino, paga el viaje y desciende. Parado en la vereda cavila un instante, se aproxima al ingreso principal de la delegación diplomática: llave en mano gira suavemente, abre el portal lo suficiente para  meter la cabeza y certificar que todo está en calma: el custodio  duerme apoltronado. Entra, cierra con delicadeza la puerta, camina hasta el habitáculo del vigilante, cauto investiga: lo descubre sentado en un sillón de esterillas, ronca mientras abraza, agatas, un FAL con la culata gastada por el desuso crónico. Recorre el hall, luego el pasillo lateral; en tinieblas se dirige, cauteloso, a su escritorio   (deambula un territorio conocido) entra, prende la luz, en el bufete remueve papeles, corre y descorre la silla principal, camina describiendo círculos innecesarios como afirmando su presencia en territorio propio. Sale, se dirige hasta el baño donde permanece unos minutos, hace correr el agua del inodoro, acciona la canilla del lavatorio y espera: ¡sin novedad! Deja el sanitario. El silencio es total. Camina en puntillas de pie, se detiene ante la puerta de la oficina que corresponde al agregado militar: la del coronel ausente; acciona el picaporte con suavidad, la puerta se abre, entra rápido, ubica el pulsador para encender una luz, cierra la entrada, parado al medio del recinto recorre con la vista, pausado, meticuloso, el habitáculo buscando algo; se aproxima a una biblioteca atiborrada de libros muy bien alineados, inclina la cabeza para leer los lomos, descubre uno, le llama la atención, el más "consumido" que anuncia estrategias, lo abre y hojea buscando no sabe qué, cierra y lo retorna a su lugar. Su mirada sigue indagando aquel mundo militarizado. Se aproxima al escritorio con la mesada vacía de papeles, la rodea hasta arribar al sillón, se sienta, continúa observando desde esa posición todo. Finalmente se anima, mira detenidamente tres cajones a cada costado del pupitre; con pudor descorre una de las gavetas, en su interior una cartuchera de pistola, es de cuero crudo y está vacía, al fondo dos cargadores repletos, cierra el compartimiento; abre el segundo y aparecen, deslumbrantes, un conjunto de galardones con cintas de colores, en el tercero se destaca una pila de pliegos oficiales: decretos con abundantes sellos y firmas diversas. Clausura la inspección en la hilera derecha y levanta la mirada, las paredes divulgan fotografías enmarcadas de paradas militares presididas por el militar en una progresión sucesiva de años y  con los respectivos grados, estos anunciados por charreteras con  sus correspondientes estrellas. Gira el asiento, detiene la vista en el pequeño mástil de madera lustrada con pica de metal que sujeta la bandera nacional; al medio de la pared un gran cuadro ecuestre del General San Martín. Detiene el recorrido visual y se relaja en la poltrona pensativo. De pronto sacude su conciencia el lugar y la hora en que se encuentra y decide completar la inspección. Ahora dirige su curiosidad en los cajones de la izquierda: descorre el primero, divisa una cantidad importante de tarjetas personales bien alineadas,  agrupadas por abecedario, lo cierra; desciende al segundo, allí descansa lo inesperado: una pila de papeles manuscritos con tintas de colores. Levanta la primera hoja, está escrita con caligrafía prolija,  sucesivamente se entera de cartas personales, otras referidas a protagonistas del ejército  clasificadas por Unidades con datos militares. Agotados los manuscritos y en lo más profundo de la gaveta revela, azorado, un sobre con un título intrigante que anuncia: "PERSONAL". ¡Por fin algo prometedor! Ante el hallazgo la curiosidad se agudiza, el corazón acelera sus latidos, la frente delata  gotas de transpiración, intuye algo inaudito, toma el sobre, lo examina lentamente por sus dos caras ¡Está abierto! Ingresa ceremonioso extrae dos hojas, las desdobla y extiende sobre el pupitre: son manuscritas en tintas negra y roja. Título: "Coroneles seleccionados para el próximo ascenso al generalato". En la primera línea se revela, en letras mayúsculas de imprenta, nombres y apellido, grado y rama castrense, luego de un guion aparece el de una mujer, entre paréntesis la condición que los articula y al final la unidad del ejército a la que está destinado. Concluye cada línea, encerrados en círculos, un número en progresión, ordenados de arriba abajo. En la siguiente hoja aparecen los números anteriores y a continuación una adjetivación (de una sola palabra o de varias) todas se denotan indignas, degradantes y concluyentes para la condición castrense; así hasta completar el listado.

 Por ejemplos:

(1):… (2):… (3):… etc.  Con epítetos descalificarte, suficientes para no ser ascendido.

 Eran aquellas anotaciones los dato "non santos" dedicados a cada uno de los camaradas coroneles aspirantes al generalato próximo, y competidores a la hora de la calificación para la promoción.

Con los años, aquella estrategia plasmada en las dos hojas manuscritas y coloridas, coronada con adjetivos definitivamente "indignos" para los estándares marciales, y dedicados a cada posible competidor, resultó plenamente eficaz. El coronel de la embajada logró el ascenso, no solo a  General de Brigada, luego a los de División y Teniente General como Jefe del Ejército; ante final de su carrera político-militar, plagada de astucias y golpes de estados. Fue, además, el único poseedor del secreto del lugar donde fuera  enterrada en el exterior del país Eva Duarte de Perón.  (Embalsamada por el Dr. Pedro Ara -discípulo español del que hizo igual labor con el cuerpo de  Lenin-. Luego en Argentina como profesor de anatomía en el Hospital Clínicas de Córdoba). Secreto  y entrega en "Puerta de Hierro" de Evita, que negoció con el General Perón. 

Se trató del secreto mejor guardado. Escondida con el nombre ficticio de María Maggi de Magistris, en una tumba del Cementerio Mayor de Milán. Fue la moneda de cambio para su aspiración final.-

 

Nuestro personaje culminó su "carrera" llegando a ser: 

¡¡Presidente de la República!!




Arcano II

 

 


 

        Los tres filtros

                  (Sócrates)

Te quiero, pero no te quiero; ¿quiso?

y los álamos sacudieron su espesura.

Tres veces doblaron las sonajas,

tres veces se oyó el no te quiero.

 

Dos años y otros tiempos tropezaron.


No te quiero no te quiero no te quiero,

redoblan afonías, vértices caprichosos.

No te quiero, pero te quiero ¿quiso?


La quebrada y la casa encantada silencian,

que no vaya, para siempre, quien aprende.

Una ronda de plantas recuerda su nombre.

 

Te quiero, pero no te quiero, 3 veces sellas.

No te quiero, pero te quiero, 3 veces callas.

¿Te quise, pero no te quiero? Señero. Arcano.


Los tres filtros de Sócrates:  

"Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no es útil, ¿Para que querría saberlo?"

                     La verdad.

                    La bondad.

                    La utilidad.


25 de julio.

Arcanos

 

Arcanos

(Secretos, ocultos)

 

Diviso pájaros que indagan,

revelan respiros y esencias,

tramitan hálitos y los sueños.

 

Es la lluvia que discierne:

mis follajes y tus espigas.

 

Incitantes latidos del pecho;

ojos brunos, alegres, listos,

invocan demandas y arrestos.

Manos inquietas, quiméricas

ruedan ardientes, averiguan.

 

Se abren como las flores

y sus pétalos y sus soles.

Son néctares categóricos:

en dos mundos, un oasis.

 

Remontemos enredados

esos pájaros en el viento,

y mis risas y tus cantos.

Avatares: Rosas. Varela. Lavalle

 

Doña Ifigenia

 

La Casona.

I

 

A finales de la década de 1940 la calle Lavalle al 200 entre Belgrano y San Martin en la ciudad de San Salvador de Jujuy, ofrecía casas antiguas venidas algunas de la mismísima colonia. Una de ellas edificada en el siglo XVII, ostentaba paredes gruesas de adobes, jadeantes puertas y rejas forjadas con la fragua y el martillo, al igual que las bisagras y cerraduras; atrancaban por lo alto un enjambre de troncos trabajados con azuelas, caña y torta de barro, finalmente, en hechura posterior, fue rematado con tejas chunqueras. Aquel ícono histórico fue modificado parcialmente a fines de 1930 y demolido sin piedad por los “inversores inmobiliarios” hijos de los últimos migrantes asiáticos; ahora convertido el caserón en un extenso galpón que luce un frente de vidrieras con una multitud de zapatos izquierdos. Aquella cuadra es la que yo recorría varias veces en una jornada, por los mandados de mi madre al almacén.

 

Asesinato de Lavalle.

II

 

          En la vereda de enfrente, todavía en pie, queda la casa donde fue asesinado Juan Galo Lavalle, de cuya muerte desfilan diversas versiones; una de ellas corrió de boca en boca hasta nuestros días. Se trata de lo que vio doña Ifigenia Eguren de Blas vecina en la vereda de enfrente: (calle Lavalle 275 actualmente): contó esta señora que al salir de la primera misa de la Iglesia de San Francisco, muy temprano, advirtió un revuelo en la residencia del Dr. Bedoya, abogado boliviano por entonces ausente, ocupada sin permiso  la casa desde el día anterior por el General unitario en su retirada final luego de la última derrota y según dijeron acompañado por una hermosa salteña. La señora de la misa, esposa del comerciante español Don Pascual Blas (con su almacén en la esquina próxima de calle Belgrano, quien había provisto la tarde anterior de los alimentos destinados a los oficiales que acompañaban a Juan Galo) se aproximó al lugar y luego de algunos titubeos, ingreso a la morada, allí vio en la galería que rodea el primer patio y en la esquina más próxima a la entrada, al general con su camisola blanco ensangrentada y una herida en el cuello, había salido del dormitorio que está a la derecha luego de la entrada y se dirigía al baño ubicado al fondo del patio (desaparecida la letrina del  pozo ciego y el rincón del agua, ahora   transmutado para recibir turistas), cuando un ex soldado, conocedor de los pasos de Lavalle y la paga ofrecida por su  cabeza, entreabrió la puerta principal esperando el paso del General, llegado el momento disparó en forma certera con un arcabuz al verlo pasar. Cuenta la historiografía que el asesino cobro el rescate que ofrecieron y termino también él muriendo tempranamente en un despacho de bebidas en la Ciudad de Salta.

 

 

                                               La divisa federal.

                                                              III

 

          Se despertó muy temprano con el primer llamado a misa de las campanas franciscanas.  La criada ayuda a vestirse a Doña …… va superponiendo desde lo más profundo de su anatomía, un culote elástico una camisola rematada en puños bordados, vestido invernal marrón tenebroso que la cubre hasta los tobillos, un saco negro de lana tejido a mano y un manto purificador  a partir de la cabeza, medias sostenidas con ligas por arriba de las rodillas y zapatos negros abotinados que la ayudante logra calzar con dificultad y ajustar con cordones de difícil tramado. Partió muy temprano desde su casa, a media cuadra de la viejo Iglesia San Francisco, de “La Muy Leal y Constante Ciudad de San Salvador de Jujuy”. En la entrada principal algunas personas detenidas delante de un mesa improvisada con un cuaderno, tintero y pluma, una caja cerrada, detrás del escritorio dos soldados federales con cintas y una caja de madera cerrada. La señora se detiene por un instante y luego trata de ingresar a la Iglesia, otro federal se lo impide y le recuerda: “Debe pasar por la mesa”; sorprendida por la novel disposición cumple el mandato, frente al tablero descubre a otro uniformados y le informa:

-El señor de la puerta me manda aquí, dice que no llkevo el moño.

-¿A ver señora?

-¿Qué pasa? No entiendo lo del moño.

-¡No se puso el moño, señora!

¿Qué moño?

¿No sabe usted que en los lugares públicos tiene que ponerse el moño?

-No, no estoy al tanto.   

-¡Me permite…? -Y uno de los apostados abre una caja y extrae un penacho.

-Siéntese. Uno de ellos hace caer una gota de cola de carpintero que extrae de un pote de vidrio sobre el tul que cubre la cabeza de Ifigenia, el compañero adhiere, allí, el moño rojo punzo.

-Y esto ¿Por qué es?

-Por orden del Restaurador a partir del mes pasado. Es la divisa Federal que tienen que llevar todos. (1)

 

 

        Felipe Varela Vino

IV

 

Contaba Julio Argentino Linares, que en una de las retiradas de Don Felipe Varela, llegado a San Salvador de Jujuy con su tropa y bien informado por algún “colaborador”, se dirigió a la casa, desocupada pocas horas antes, de Don Pascual Blas (2), el propietario del almacén de ramos generales de la esquina; entró a caballo (ahora calle Lavalle 275) hasta el segundo patio, el del parral, sin desmontar a la izquierda del ingreso entre el portal y la reja de la habitación, desenvaino la espada y de un certero sablazo degolló a la imagen hueca de San Antonio apostada contra la pared del patio: un impresionante retintín se disparó sobre el piso de lajas lo que puso en alerta a los oficiales que lo acompañan: El suelo quedo poblado de monedas de plata. (¿Alcancía del adinerado Don Pascual?).

-¡Recojan todo! –Fue la orden final del Jefe…   

 

                                    ____________________

 

 

 

(1)- “Por otra parte, el propio: Tomás de Anchorena no dejó desde su casa, de seguir influyendo en Rosas. El decreto imponiendo el uso de la divisa federal el 3 de febrero de 1832, fue consultado previamente por carta de Rosas a Tomas de Anchorena -2 de enero- y aprobado por éste, quien agregó además algunos detalles.”

“apogeo y ocaso de los Anchorena” Juan José Sebreli. Pág. 172. Editorial “Siglo Veinte”.

Procusto

  

El Lecho de Procusto

 

(“El Varón Castrado”)

Joseph Goebbels mano derecha de Adolfo Hitler, ocupó el cargo de “Ministro para la Ilustración Publica y la Propaganda” durante el III Reich. La frase más famosa de Joseph Goebbels: “Mientemientemiente que algo quedarácuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”.

 

 

 

Uno de numerosos episodios creados durante varios años a partir de denuncias falsas prohijadas por la Ley e instrumentadas por una “famosa abogada ARPÌA” para satisfacer y cobrar a una psicópata: ¿Mitómanas?... No: Mobbing – acoso moral -.

 

 

 

 

Una mujer(1) (inspirada en Damballah–Wedò: “Señor de los tesoros” de la religión  Haitiana), con su “abogada”(2); la esposa, acompañada por dos familiares(3), amigas(4) y una dependiente fiel(5); con intenciones monetarias, hizo una  imputación inexistente afirmando que su marido(6) era un ardiente violento y el Juez le decretó la expulsión inmediata del hogar y la consecuente  “perimetral” –carente de investigación ni prueba alguna- como lo dicta la  Ley que permite y acepta como válidas  ¡¡denuncias falsas, sin más…!! ¿Qué le implicó dicha categorización?:

A) Perimetral 1: El alejamiento  a una distancia no menor a los trecientos metros de la vivienda edificada por él para la familia y donde creó, además, “su zona íntima, creativa”. Expulsión incuestionable de su hogar y con lo puesto, rapidito, mientras vigila un policía!

 

B) Perimetral 2: Prohibición de concurrir a un bien propio que administra. Allí, la acusadora, ocupa sin derecho un lugar comercial de privilegio, negándose a retirarse. 

C) Perimetral 3: Como en cualquier otro lugar del mundo donde se pueda encontrar ella, observando los 300 metros de distancia.

D) Le trabó embargo sobre  sus ingresos durante varios años y trató de retener para sí, también, el bien propio del entonces marido. Al momento de recuperar lo embargado, luego del pago de honorarios y el efecto inflacionario, lo percibido resulto irrisorio; acrecentada, además, la deuda impositiva a nivel astronómico.

                                 ("Chauchas y palitos")

 

La calumnia, dice Maquiavelo: “Es un poderoso recurso en las manos de los ambiciosos/as.” 

 

(“Sin derecho al pataleo”)

 

Fue sometido a varios psicodiagnósticos:

1)    -Dos ordenados por el “juez”.

2)    -Otro aportado por la parte acusada. 

3)    -Un cuarto pedido por el imputado y que lo fuera por una junta de notables del Poder Judicial. 

4)    -El de una psicóloga de prestigio (durante varias semanas de sesiones) solicitado personalmente por el demandado .

¡Ninguno de los informes, abundantes en tecnicismos, revelan características de violencia!

 

Pasados varios largos años, el infortunado, luego de leer “El hombre en busca de sentido” del gran psiquiatra Viktor Frankl, quien en época del nazismo  por ser judío lo apresaron y trasladado a campo de concentración. Al llegar a la estación de  Auschwitz fue “desvestido” física y psíquicamente, cambiándole su identidad por un numero tatuado en el brazo (cómo el número, del expediente) Es así que el “culpable” se vio impelido a buscar alivio en los escritos de Lèvi Strauss en “Mitologías” y “Pensamiento Salvaje”.

Cansado ya de lo “ritual decorativo” que acontece desde el bautizo, acude a su memoria el transcendental sincretismo afroamericano de la religión Vudú con fuerzas vitales y  el ritmo musical de los tambores: quienes invocan  al intercesor “Loas”: el “Dios que abre las barreras”, para que se haga justicia.

Es urgente poder ingresar al “único bien propio” y su principal fuente de ingresos. Una parte  de ese lugar es el que invade en forma indebida la mujer que en léxico inelegante se señala como “una ocupa”. Además, desde allí proclama injurias, amenazas y denuncias en contra de su ex marido. Edificio que, por más de tres años, fue abandonado a su suerte por ausencia –obligada- de su dueño y administrador; acumulándose impuestos y otras obligaciones por una importante cantidad, impaga: ¡¡La perimetral…!!. 

(“Dineros del sacristán, cantando se vienen y cantando se van”)

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¡¡Pasados varios años solicitando volver a trabajar en su propiedad, las apelaciones dieron resultado!!: Suena el teléfono celular, es una llamada del letrado.

-Hola.

-Hola. –Contesta.

-Tiene que venir ¡YA! al juzgado. Es por la perimetral.

-¡¡Buenísimo, Voy!! 

(“El parto de los montes”)

 

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Parte en automóvil. Necesariamente pasa por la zona del Complejo Comercial que edificó con ahorros de su profesión antes de casarse y lo administraba. Desde la sentencia de alejamiento forzoso tiene que transitar por  calles alejadas de su hogar y también del lugar de trabajo. El Juez,  ante la delirante denuncia de que el individuo es “peligroso en cuestión de terror de género” -varón contra mujer- como está instalado en la sociedad, acostumbrada por la realidad de la locura masculina: los terribles femicidios y desconociendo las estadísticas que revelan que hay una mujer psicópata por cada tres o cuatro hombres de igual o peor calaña(a) le impuso la  “perimetral”. Como se dijo:

-Por un lado, el no acercamiento a la casa familiar, la que construyó él sobre un terreno de ella.

-Por el otro, al citado bien propio del acusado, por ser  este el lugar donde ella ocupa en forma ilegal y gratuita parte importante del inmueble ¡!

(“Gozando de la fresca viruta”)

 

Finalmente, no puede acercarse a cualquier lugar del mundo donde ella pudiera estar. En consecuencias el denunciado, desde hacen años, no se  puede aproximar al territorio de su propiedad ni a la vivienda y debe fisgonear antes de entrar a cualquier parte: no vaya a ser que esté la denunciante y sea apresado.

(“Más vale rodear que mal pasar”)

 

        ¡Nunca se presentó prueba alguna de las atrocidades que le endilgan periódicamente en sede policial y judicial fisgoneada por la “especialista”!: solo imputaciones embusteras. No obstante el castigo debe cumplirse so pena de ir a un calabozo por desobediencia.

¡Y siempre, con el temor del encuentro accidental!

(“Al peligro, con tiento, y al remedio, con tiempo”)

 

Ya en sede judicial ingresa esquivando un enjambre de abogados y público hasta llegar a la mesa de entradas del Juzgado. (Implora a “Ogùm, Señor de las tormentas”). En diez minutos llega a sus manos el escrito que tanto anheló durante varios años, el que le permite ingresar a su abandonada  propiedad. El pliego es leído y releído. Siente un enorme alivio. Una brisa celestial absolutoria depura la mañana. Ocurre luego de largos años del inicio de la primera cruzada: la reconquista del bien propio.

(“La mar en coche”)

 

Muchas veces esta argucia es prolijamente organizada por un feroz  equipo compuesto por: la mujer, una “letrada”  sin parámetros éticos ni morales (“Ser unas pérfidas”) y otras más: profesionales de la salud mental, amigas, gratificadas, etc.

(“El dinero no tiene olor”)

 

         Ocurre otro “prodigio”: Familiares muy cercanos a la querellante y amigas -propuestas como testigos- no asisten a ninguna de las audiencias citadas para legitimar  en contra del acusado.  

(“NO vender el alma al diablo”)

 

Según la interpretación del equipo consultado, conducido por un versado psicólogo  dedicado a violencia de género, llegaron a un veredicto: “El móvil de la inculpación puede ser la declaración de *insania*  para acaparar, de esta forma, la totalidad de bienes (los agenos y gananciales) y buscar un lugar de internación para el despojado”. El apremiante consejo del equipo fue: “Pida mañana mismo el divorcio…” Cuestión que se cumple en forma cabal e inmediata.

(“Manos duchas comen truchas”)

 

         Según la internacionalmente famosa especialista francesa en este tema: Dra. Mary France Hirigoyen(b) se trata del “acoso psicológico”; minuciosa y cruelmente dispuesto por la “abogada”, su clienta y las otras personas. ¡Un pillaje! 

(“Aunque las monas se vistan de seda, monas se quedan”)

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-¿Quiere decir que ya puedo ingresar a mi trabajo? –Pregunta. 

-Exactamente. –Afirma el letrado..

-¿Seguro?

-Sí.

-Pero hoy no. Tienen que notificar a la otra parte. ¿Mañana entonces? –razona.

-Sí. Mejor. 

-Gracias.

-Después me cuentas…

-Claro…

¡Aleluyaaas…!  -Sale disparado del enorme edificio judicial. 

(Con las glorias se olvidan las memorias”)

 

A las dos de la mañana, enredado en las sábanas de la cama del dormitorio que alquila, sigue despierto imaginando lo que acontecería en el debut. Aguarda, las ocho de la madrugada, se apronta, saca el automóvil y se dirige al lugar. Estaciona en la parte trasera del Complejo, sobre la salida de la otra calle: “por si acaso…”

¡¡Entra!! 

(“La suerte está echada”)

 

Al ingresar observa aquello que supo construir con  tenaz esfuerzo (mientras trabajaba en el hospital de San Salvador de Jujuy y consultorio particular en esa ciudad). Discurre por el fondo, abre la puerta de su oficina con la llave de entonces: funciona bien, todo está como era en aquel tiempo, advierte que el bolígrafo de color rojo permanece  encima del escritorio, la silla corrida como en las retiradas; imbuido de una paz  infinita se sienta, en silencio recorre lugares y recuerdos. Una delgada capa de polvo  celebra la ausencia. 

(“A buen callar llaman Sancho”)

 

Pérfidas:

Antes de que le hiciera la demanda pretende (con instrucciones de la “experta letrada”) practicar un desarme psicológico: Es sometido a múltiples provocaciones: en voz baja, la cónyuge,  pronuncia agravios varios buscando respuestas violentas y que lleguen a oídos de la empleada doméstica o se graben en un discreto micrófono oculto; al arribar a lugares concurridos, igual estrategia, (seguramente con igual método). También pinchaduras telefónicas, batidores y hasta una misteriosa toma fotográfica al automóvil estacionado donde alquila para vivir (por parte de una mujer, hecho que presenció y le comunica el vecino. Como corolario, y a consecuencia del extraño evento fotográfico ocurrieron, pocos días después en otra ciudad, dos consecutivos  destrozos de vidrios del vehículo con la “desaparición” de todos los documentos y las escrituras originales destinadas al juicio: Patoterismo variopinto, pillaje general y asociación ilícita: ¡¿Demolición psicológica?! (Los acontecimientos son denunciados en la seccional policial, los vidrios reemplazados en “Blanco Vidrios”., los documentos buscados en los archivos oficiales y reeditados por una eximia escribana).  

(“No hay enemigo pequeño”)

 

 

Camina el pasillo central, recorre con la mirada los locales, redescubre a los inquilinos; llueven saludos solidarios… Están todos los que eran años atrás.

(Obras son amores, y no buenas razones)

 

Regresa hasta su vehículo, para ubicarlo en la avenida, frente al edificio. Arranca y avanza en forma lenta. Le llama la atención un patrullero que divisa por el espejo retrovisor: acelera, acelera el patrullero; frena, frena... ¿Seguimiento? En la vereda derecha, unos metros más adelante, dos agentes de a pie  no le sacan la mirada de encima. Para el automóvil, baja el vidrio, abre la puerta, desciende y se  aproxima a los uniformados.

-Hola. –Saluda y advierte confusión entre los policías. Piensa: “¿Quién los llamó?” “¿Qué acaso esperaban que salga huyendo?”. ¡Silencio total!…

Finalmente un funcionario se anima:

-Buen… Buen día...

-¿Necesitan algo? –Les responde.

-No. No… Nada… –Contesta, ahora, totalmente desorientados.

-¡Como los veo que me siguen con la mirada y además un patrullero viene por detrás…!!

-No… No… No pasa nada. –Concluye el de mayor graduación. Sube al automóvil y continúa su trayectoria más tranquilo.

(“No entender ni jota”)

 

Iniciar un recorrido de reconocimiento por el barrio y se detiene cerca de la comisaría, efectivamente no pasa nada. Gira en la esquina y termina estacionando al frente del Complejo, baja y se dirige a uno de los locales. Allí está el inquilino que le dio una mano durante su “eclipse obligada”. Transcurrió con él un buen rato enterándose de lo acontecido en tanto tiempo. Al salir de la oficina; ante su sorpresa, ahora se encuentra con cuatro policías en la puerta, dos son mujeres, una de ellas lo interroga:

-Usted es…

-Si yo soy. ¿Necesitan algo?

-Tiene que acompañarnos a la Seccional.

-¿Qué pasa?

-Usted no puede estar aquí. Debe acompañarnos. Es una orden.

En la entrada del Complejo divisa un enjambre vigilante que mira lo que acontece, ahora también aparece el patrullero. Aquello raya en lo desopilante: ¿mil policías contra un despistado ciudadano que no acierta a entender para quien era aquel avispero color azul. 

(“Se armó la gorda”)

 

Silencio… Piensa… Mira a la concurrencia. Abre el portafolio y extrae la orden libertaria del juzgado: la que autoriza su ingreso al Complejo. Extiende la notificación a una de las uniformadas quien lo lee y vuelve a releer, luego  la entrega  a su compañera que repasa en voz baja lo dispuesto; el gesto oscila entre severo marcial a blando maternal. Por fin pasa la cédula al resto del equipo, el pliego va y vuelve entre ellos; opera una desorientación. La que ordenara que lo acompañe a la comisaría permanece inmóvil. (Como Edith la esposa de Lot, convertida en sal).

 

¡¡Desconcierto, irresolución, perplejidad!!

Ante el escenario el propio “liberado” resuelve poner orden:

-No hay problema señorita agente, vamos a la comisaría. Ahora soy yo que quiere ir. –Les comunica. ¡Se siente esclarecido! Invita a uno de ellos a trasladarse en su vehículo. (Luego de un cenáculo policial en la vereda, el patrullero desaparece).

En las dependencias de la Seccional lo hacen pasar a una habitación. Un policía está detrás del  escritorio; le pide que se siente, no habla al principio y se muestra como distraído.

Finalmente rompe el silencio:

-Yo también tuve dos divorcios. –Comenta despreocupado mirando la puerta.

Ahora el turbado es el visitante: “¿Cómo sabía este señor que cargo con dos separaciones? ¿Me tira la lengua? ¿Es un ‘semblanteador’? ¿Qué pretende?” Piensa.  Finalmente se decide a contar el entuerto:

-¿Usted conoce al psicólogo que escribe una columna en el diario…? –Le pregunta al policía.

-Sí. –Responde.

-¿Y al equipo que trabaja con el…?

-Sí.

-Bueno. Le cuento: hacen varios años, cuando recibí la primera notificación que me obligó a salir de mi hogar inmediatamente y como no entendía nada de nada, fui a ver a ese psicólogo; él dirige el conjunto de abogados y licenciados que trabajan  temas de violencia de género. Luego de leer la cédula que recibí en mí casa, repasó detenidamente en voz alta la acusación.  Luego de algunos comentarios concluyó: “Tienes que pedir mañana mismo el divorcio”.

(“Boda y mortaja del cielo bajan”).

 

Y continúa el experto consultado: “Podría ocurrir que pretenda declararte insano, esto haría para quedarse con la administración de todos los bienes: propios y gananciales; luego te buscaría un lugar para que vivas: Una extrañación”. Dictamina.

(“Si buen consejo tomara, otro gallo le cantara”)

 

“Es conveniente que, mañana mismo, gestiones el divorcio; para eso puedes ver al abogado..." 

(“Metele que son pasteles”)

 

Terminado su relato espera que diga algo el policía. Callado, con gesto diferente, permanece en el escritorio mirando la pared,  pensativo… El silencio se impuso. De pronto entra una oficial que le entrega, en mano, un manuscrito de una carilla que lee en silencio (21). El visitante pide ver la comunicación; “no es permitido hacerlo” responde.

-¿Sabe quiénes están en la habitación de la izquierda? –Se confiesa el funcionario.

-¿Quién?

-La señora, viene con su hijo desde el Complejo.

-¡¡Nooo…!! ¡No me diga! ¿Ella estaba en los locales? ¡¡Y por la mañana no puede!! ¿Y qué hace aquí?

-Bueno, ahora lo denuncia porque no cumplió con la perimetral, solicita que lo arresten. –Silencio… Y continúa:

-Viene con frecuencia a exponer contra usted.

-¡¡¡Otras mentiras!!!

(“La mano de Dios”)

 

-¡No puedo creer! –Exclama el acusado.

-No hace caso a la autorización que dio ayer el  Juez para que usted sí pueda ingresar por las mañanas y ella no.

-¡¡BUENÍSIMO!! Incurre en “desobediencia judicial”, tiene prohibido concurrir por las mañanas. Hoy es sábado y son las once y media. ¡¡No cumple la orden del Juez!!

-No se haga ilusiones, no pasará nada…     

(¿“La letra con sangre entra”?)

 

La despedida fue hasta cordial, solo falto el beso de cortesía. Con cien quilos de menos, salió solo, sin custodia.

(“Poner los pies en Polvorosa”)

 

Se dirigió nuevamente al Complejo. Al ingresar lo llama uno de los inquilinos:

-Por favor, venga. Entremos al estudio.

-Sí, Como no. ¿Qué pasa?

-Cuando usted llegó y fue para atrás, salió la Sra. y en la vereda comenzó a vociferar en forma violenta un montón de cosas, uno de los tantos gritos, y que me llamó la atención, fue: “¡Aquí no entra nadie…!” ¡Estaba desorbitada! No sé a qué se refería. Después llamó por celular y apareció el patrullero policial con un montón de agentes. Lo buscaban a usted. 

(“Está hecha un basilisco”)

 

-No se haga problema, fui a la seccional policial y todo está solucionado. Tranquilícese, ya terminó.  Fui para explicar. Es la estrategia de la otra parte: provocar violencia y luego inculparme (Proyección)…

-¡Sí, sí…!

-Nos vemos a diario por las mañanas.

-Me quedo tranquilo…

"Decíamos ayer…" (Fray Luis de León al regresar a la cátedra después de cinco años de ostracismo impuesto por La Inquisición por traducir Cantar de los Cantares del hebreo al castellano).

 

Pasados pocos días y sin invocación alguna, recibió una bendición: el invalorable apoyo de su primera esposa, abogada y jueza de familia que vino para acompañarlo con su cariño, ayuda y saberes…

(Suenan tambores Vudú invocando al Gran Bua)

 

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“Les gens que vous tuez se portent assez bien”.

(Aquellos que usted mata andan bastante bien. –Acto VI, escena II. “Le Menteur”-)

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(“Dios no juega a los dados”- Einstein -)

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(“Renacer de las cenizas”- Ave Fénix -)

(1), (2), (3), (4), (5), (6), (  ). En otro de los relatos.