CORONEL FELIPE VARELA







Coronel Felipe Varela en Jujuy.

                            El San Antonio

           Casa colonial construida en el siglo XVII, actual calle Lavalle Nº 275 (demolida no hace mucho  tiempo para construir un galpón sobre el terreno que  quedó con una vistosa vidriera atiborrada de zapatos). 

          En aquella casona del mil seiscientos (antes de los arquitectos) se ingresaba por un portón apto para carros y caballos, luego discurrían un pasillo corto y el primero de los patios, embaldosado, hacia allí se abrían las puertas que daban ingreso a la habitación principal, la de recepción y otras dos a los dormitorios; un pasaje más largo, al final otro pesado portón que, flanqueada por mamparas con vidrios de colores, se abría al segundo de los patio, el de lajas con techo de alambres cruzados sosteniendo una parra de uvas blancas. Al ingresar y a la derecha, entre el madero y una “ventana enrejada de cuerpo entero”, parcialmente empotrado en la pared se imponía (en factura de loza inglesa) estoico, en actitud venerable,  la imagen de San Antonio. Es el lugar donde se desarrollaron los acontecimientos vividos una mañana y que la historia no registró.
          El respetable San Antonio con sus dedos índice y medio extendidos en gesto de exorcismo tiene, en uno de los pliegues de la sotana, una pequeña ranura disimulada  que comunica con el interior del bendito. Por aquel artilugio  penetraban, a diario, monedas de plata que  aportaba el señor de la casa: el español  Don Pascual Blas (1), uno de los más ricos pobladores de la pequeña ciudad; dueño, además de un almacén en la esquina de las actuales calles Belgrano y Lavalle, enfrente del costado de la primigenia Iglesia de San Francisco, y de muchas otras casas de aquella manzana.

          EL  "Quijote de los Andes", Coronel Juan Felipe Varela, nacido en  Huaycama del Valle Viejo, Catamarca, el 11 de mayo de 1821. (Ascendido a General de la Nación en el año 2012, 133 años después de su muerte) llega a San Salvador de Jujuy, proveniente de Salta el 13 de octubre de 1867. Unos días después, el 23 de octubre, pasará a Humahuaca, a Yavi el 5 de noviembre, luego a Bolivia, para instalarse, acogido por el presidente boliviano Manuel Mariano Melgarejo Valencia,  en Potosí donde da a conocer, en enero de 1868, su famoso “Manifiesto a los Pueblos Americanos sobre los Acontecimientos Políticos de la República Argentina, en los años de 1866 y 67”; una  envestida contra el centralismo porteño y la asfixia del interior generada por el gobierno de Bartolomé Mitre. Luego de su reingreso a la Patria. Cae derrotado el 12 de enero de 1869 en "Pastos Grandes".

          El estanciero y militar muere de tuberculosis y en la pobreza, confinado por el gobierno chileno en el remoto Nantoco ("agua de pozo") Copiapó (Chile), el 4 de junio de 1879 a los 49 años de edad (2 años, 7 meses y 22 días después de su llegada a Jujuy).

         El episodio que nos ocupa ocurre en la casa ya descrita, la de Don Pascual. Pudo haber ocurrido el 14 de octubre de 1867, día siguiente al arribo del caudillo federal proveniente de Salta.
         Seguramente, enterado Varela, por algún buen conocedor, de los caudales acumulados en las sandalias del  bienaventurado Antonio, se dispuso a ingresar hasta ese mismísimo lugar. El próspero propietario advertido, un día antes, del arribo a la ciudad del caudillo federal, aprontó la platería y otros objetos de valor para retirarse, presuroso, a su casa quinta ubicada donde actualmente se encuentra el Hogar Escuela. Inaugurado el 4 de junio de 1950 por Eva Perón. Los ahorros del comerciante, acumulados en monedas acuñadas en Potosí quedan ocultos y custodiados por el Bendito del segundo patio. Ante la gravedad de lo por acontecer, deja escondido en el último baño, antes del fondo, al sirviente fiel (el “opa” de las casonas coloniales) para que, luego, reportara lo que pudiera escuchar. A la hora de la primera misa del día anterior a lo acontecer, Don Pascual, aprontan el equipaje, el portón de entradas es firmemente sellado; lo acompañan su esposa Josefa Eguren y sus hijos. Parten en carruajes, caballos y el cargamento.

          Seis de la mañana. El Coronel de copiosos bigotes y sombrero alado, inician la marcha hacia el centro del poblado hasta arribar, con alguno de sus oficiales,  al frente de la casa señalada; detiene la marcha y ordena a dos de sus adláteres que rompan las cerraduras y abran, de par en par, el portón. Precede seguro, como si conociera al dedillo el derrotero, e ingresa al paso con un baúl de cuero amarrado en ancas. Sin dificultad atraviesa por la calleja central de la casona hasta el segundo de los patios, el de la imagen que atesora. Llega al lugar, ordena detenerla caballería, inspecciona visualmente; enfrenta al Santo, parsimonioso lo recorre de pies a cabeza, se santigua, cuestión que replican los acompañantes. El silencio se apodera de la escena. Finalmente con vos grave proclama: “Por Dios y la Patria”, desenvaina la espada ganada en Chile -la de tantas contiendas- con el brazo extendido gira el arma describiendo un amplio arco que roza el parral hasta descargarla, en furioso y acertado golpe de gracia, en el cuello del Venerable que cae y se hace añicos en el suelo. “Teniente, desmonte, recoja las monedas, las pone en el baúl que llevo” –Ordena y desmonta, se dirige a donde se encuentra parte de la cabeza de loza del abatido Antonio, la acaricia con suavidad, lleva los dedos a la lengua, nuevamente se persigna; monta y parte precediendo la procesión. (2)

            Suenan las campanas de la misa de ocho y media de la Iglesia de San Francisco en “La Muy Leal y Constante San Salvador de Jujuy”.-



(1) – “Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones (S-1386/10) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... ARTÍCULO 1º.- Declárase monumento histórico nacional al edificio del Colegio Nº 1 “Teodoro Sánchez de Bustamante” -ex Nacional... ...Cabe destacar que el Colegio Nacional de Jujuy se organizó en un momento crucial de la política en la provincia, cuando hombres como: Sánchez de Bustamante, Quintana, Pascual Blas y otros se jugaban la vida por la independencia de la provincia”.

 (2) - Unitarios y Federales, en sus azarosas campañas militares se veían impelidos, una vez agotados sus propios recursos, a requisar en -"operaciones non santas"- para sostener a sus tropas y caballada (alimentos, vestimenta, armamento, paga).