Huacalera

 

   El Callejón

   (HUACALERA)

   

 

Lo sabemos, fue una ronda:

la floresta y su Río Grande.

Madrigales entre las espigas.

Es tu casa: grama en ocaso,

sudan arrestos las ventanas.

 

Nos ahogamos en los soles.

Un callejón de techumbres

verdes, perennes, fascinan

el paso tardo imperecedero,

cierto, notable en esencias.

 

Entre sus montañas el cielo;

luz toronja en la tarde, arde.

Apaleos de pericos emboban,

chillan, buscan su residencia.

El loro viejo desfila solitario.

 

Éramos los dos y pareció imperecedero.

Fue encontrarnos con los brotes, auras,

troncos añejos y las pircas sempiternas.

Sincretismos ancestrales homenajearon

con entregas y armonías en Tu Callejón.


“El Callejón”

(Huacalera)

Lo sabemos. Fue una ronda:

La arboleda, el Río Grande,

y madrigales entre espigas.

Es tu casa: grana por la tarde,

suda ardor por sus ventanas.

 

Nos empapamos en los soles.

El callejón está cubierto:

verde  perenne, obscureciendo

el paso lento imperecedero,

categórico de armonías y fragancias.

 

Con mis  cerros y tus  cielos

de luz toronja al occidente: ¡Arde!

Hervideros de cotorras sobrevuelan,

chillan, frente el nido generoso.

El loro viejo pasa solo, concluyente.

 

Éramos dos y pareció imperecedero.

Fue encontrarnos con los brotes, aires,

“El Callejón”

(Huacalera)

Lo sabemos. Fue una ronda:

La arboleda, el Río Grande,

y madrigales entre espigas.

Es tu casa: grana por la tarde,

suda ardor por sus ventanas.

 

Nos empapamos en los soles.

El callejón está cubierto:

verde  perenne, obscureciendo

el paso lento imperecedero,

categórico de armonías y fragancias.

 

Con mis  cerros y tus  cielos

de luz toronja al occidente: ¡Arde!

Hervideros de cotorras sobrevuelan,

chillan, frente el nido generoso.

El loro viejo pasa solo, concluyente.

 

Éramos dos y pareció imperecedero.

Fue encontrarnos con los brotes, aires,

troncos viejos y las pircas sempiternas.

Sincretismos ancestrales nos ofrendan

con ardores y el pacto en ese callejón.

 

Sueños que me invaden sin cuidados

rompiendo recuerdos recurrentes.

Es mejor navegar en la inconsciencia

que morir entre ensueños laboriosos.

 

Verdes, sepias, blancos, negros, rojos;

pintan sueños en los rizos de las tardes.

Solo eso, fantasías, quimeras de mis días.

Soles, vientos, lunas, esencias rigurosas;

reunión inmune en todos los silencios.

 

                                            Alfredo Linarestroncos viejos y las pircas sempiternas.

Sincretismos ancestrales nos ofrendan

con ardores y el pacto en ese callejón.

 

Sueños que me invaden sin cuidados

rompiendo recuerdos recurrentes.

Es mejor navegar en la inconsciencia

que morir entre ensueños laboriosos.

 

Verdes, sepias, blancos, negros, rojos;

pintan sueños en los rizos de las tardes.

Solo eso, fantasías, quimeras de mis días.

Soles, vientos, lunas, esencias rigurosas;

reunión inmune en todos los silencios.

 

                                            Alfredo Linares


Arcanos



Arcanos

(Secretos, ocultos)

 

Veo pájaros que inquieren,

revelan alientos y esencias.


Gestiona la brisa los sueños.

 

Es la lluvia que discierne:

tu hojarasca y mis espigas.

 

Incitantes latidos del pecho.

Sus ojos brunos, profundos

invocan demandas de ardor,

manos inquietas, quiméricas

ruedan ardientes, rebuscan.

 

Te abres como algunas flores

con sus pétalos y tus soles

y sus néctares categóricos.

Dos mundos y los jardines.

 

Remontaremos juntos

esos pájaros al viento,

con mi risa y tu canto.